ME GUSTABAS MÁS CUANDO TE IDEALIZABA (Segunda parte)

 "...Triste, solo y desesperado"

Eso es lo que se repetía Danilo una y otra vez. Su desesperación se centraba en la necesidad de sacar ese dolor de su corazón; las únicas palabras que escuchaba una y otra vez eran las de María: "Tú no te amas, si te amaras, no estarías conmigo"


Tenía razón, él no se amaba.


¡Espera! Retrocede un poco, ¿Ella le dijo eso? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿¡POR QUÉ!?


Bien, veamos


Pocos días antes de Danilo regresar a su país, María Antonieta y él tuvieron días tensos de discusiones fuertes, pequeñas cosas solucionables... Lo único que ocurría era que ella estaba cansada de estar con un bobo que no se quería y, siendo honestos, él la aburría bastante con sus lloriqueos y sus reclamos referentes a los múltiples admiradores que María conseguía en internet (todo gracias a ser una arpía increíble, digo, persona increíble).


Como decía al principio, ya en su país, en su cuarto, su cama, su espacio, las cosas se sentían muy distintas. Faltaba algo... Como si le restaron peso a su corazón.


Pudo recuperar la vida que tenía. Volver a ver a su familia, amigos e incluso volver a su trabajo le dió esperanzas, pero era muy pronto para celebrar una alegría.


Pero... Ya está en casa, todo debería estar mejor, ¿No? ¿Por qué parece que viene otra locura? ¡Necesito respuestas!


Las locuras se hacen por amor, aquí hay mucho amor.


Oh no.


Pasaban los días y Danilo no dormía, no salía de casa, solo quería estar en cama pensando en María. ¿Por qué ella no fue todo lo que él se imaginó? ¿Qué tan difícil era vivir con la mujer que había construido por meses en sus fantasías? Eran interrogantes serias que no lo dejaban salir del shock de la ruptura.


Sus ansiedades eran más fuertes que nunca y sus ataques de pánico le asustaban cada vez más. Danilo no tenía control sobre sí mismo y una noche tomó unos antidepresivos que había traído de su viaje; pensó en tomarse un puñado, al fin de cuentas solo eran unas pastillas rosadas inofensivas. ¿Qué podría sucederle? ¿Morir de una sobredosis de amor? Final poético para un artista. 

Sin embargo, llamó a su hermano que viendo la escena y entendiendo lo que estaba por suceder, tomó las pastillas y fue severo con Danilo, llevándose las pastillas y luego conteniéndole las emociones que estaban desbordándose en ese instante.


Ya en este punto es muy difícil maquillar lo que ocurría con Danilo. Había tocado fondo.


María había recibido a su "nuevo gran amor" a los siete días de Danilo haber regresado a su país y esta decidió bloquearlo de todas sus Redes sociales para que nada interfiera en su nueva relación.


El quería gritar a todo pulmón, quería decirle a alguien todo lo que sentía pero no podía sostener la vergüenza. No solo tenía el corazón y su autoestima hecha añicos, sino todo lo fracasado e insignificante que se sentía. ¿Quién iba a querer estar con él luego de todo aquello? Las personas valiosas no eligen personas como él y él lo sabía. Sabía que no estaba a a la altura de una persona maravillosa. Se sentía tan poca cosa que no quería ni verse al espejo.

Nadie lo había obligado a elegirla, él lo hizo voluntariamente. Él merecía todo eso que atravesaba y por esa razón... No quiso hablar al respecto. Nadie estuvo de acuerdo con su relación desde el principio, pero él se cegó hasta que fue demasiado tarde.



Ya han pasado tres años desde entonces y Danilo ha amado un par de veces luego de aquella experiencia. Ha reído y ha llorado pero nunca volvió a esos días oscuros.


Después de todo este tiempo, ha ido trabajando en su autoestima y, aunque no ha sido un camino fácil, por fin entendió que es una persona maravillosa que sí merece tanto amor como el que es capaz de entregar.


Aprendió a no entregarse a ciegas y menos si ese alguien no quiere recibirlo en su vida.


Danilo aprendió que no necesita a nadie que lo ame para él saber el valor que tiene, porque ahora reconoce que sí vale mucho y si alguien no está dispuesto a ver eso en él, sencillamente no debe darle espacio en su vida.


Aprendió que las decisiones más importantes se toman con calma y no con desesperación; que los impulsos solo pueden conducirlo a caminos que podrían no tener retorno.


Es muy fácil decirle a alguien "quiérete" "ve a terapia" pero no todos comprenden que a veces solo necesitas tiempo para suturar las heridas y seguir tu camino. 


Hoy en día está más tranquilo, aún no ha conseguido a ese "ser especial" que quiera recibir el amor que tiene para dar pero sabe que aunque lo desea, no lo necesita. Y en lugar de querer tomarse un puñado de antidepresivos para dormir por siempre, se compra caramelos Chao de fresa que amablemente le ofrecen siempre los vendedores ambulantes (y son más económicos que las Trazodonas).


Fin.


Ig: @andyescribe

Comentarios

  1. Está historia me hacer replantearme muchas cosas. Es increíble lo que compartes, muchas gracias. 💖

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