No nos habíamos leído por acá en unos cuántos días pero no crean que era por desánimo o porque había renunciado al espacio... La verdad es que le he cogido un cariño bien bonito a compartir mis letras por acá. No había tenido tiempo para subir este artículo.
Después de todo, esto es lo que le gusta a un escritor: ¡Escribir! [Inserte jajaja's de WhatsApp]
Bueno, bueno, suficiente Kobalsky.
Últimamente ha habido una ola de opiniones controversiales respecto a diferentes temas y por causas diversas. He leído una cantidad increíble de comentarios y memes (algunos muy buenos) que me han dejado una idea en la cabeza: repiten lo de otros una y otra vez.
Cuando algo no nos gusta, puede ser por varias razones: porque no coincide con nuestros principios e ideales, porque no nos agrada el tono con el que se expresan, porque no nos sentimos cómodos con dicha opinión o... Porque no le gusta a otros y sentimos que no debe gustarnos a nosotros.
Cada uno de nosotros tenemos ideales, principios y creencias que nos definen como individuos. Somos diferentes y eso es lo que crea la maravillosa diversidad (que no, no estamos hablando de ideologías de género, abran esa mente un poquito)
La diversidad es lo bonito de ser diferentes, tener cualidades y capacidades distintas que nos ayudan a complementarnos entre todos.
¿Y qué tiene que ver eso conmigo? Mucho, mi estimado Orlando. No te vayas a ver memes, ¡espera un momento!
Crea tu opinión, no siempre tienes que estar de acuerdo con otros porque eso te hace "chévere". Lo realmente chévere es una persona que va construyendo su opinión en base a lo que cree, no a lo que los demás esperan de él. No repitiendo sin pensar lo que dicen los demás.
El hecho de tener una opinión diferente a la de Raquel no significa que nuestra opinión sea superior o estemos en grados inferiores a ella; lo que nos hace inferiores es esa incapacidad para respetar el criterio de los demás.
Inferiores nos volvemos cuando en lugar de respetar a otros, buscamos imponernos como si solo nosotros tenemos el camino para encontrar la piedra filosofal. Está bien tener tus convicciones firmes, pero siempre debemos tener un pie en la brecha de la empatía para comprender que no somos iguales y las razones que llevaron a Patricia a creer cosas diferentes que no te agradan podrían ser más profundas de lo que parece.
Si no somos capaces de tomar un momento para ponernos en el lugar del otro y entender que pese a tener formas contrarias de pensamiento, podemos aportarnos mutuamente, jamás vamos a crecer como sociedad.
No a todos les gustará el helado de vainilla.
No a todos les gustará el maní.
No todos estarán a favor del aborto,
No todos estarán en contra.
No a todos les gustará hacer ejercicio,
(Y algunos sencillamente no pueden hacer)
No todas las feministas odian hombres,
No todos los hombres son infieles.
No todos los homosexuales se quieren imponer sobre los heterosexuales,
No todos los heterosexuales se irán al cielo.
Y algunas flores amarillas no son amarillas para los daltónicos.
A veces nuestra forma de ver la vida tiene razones que llevamos desde el nacimiento, desde la infancia y aunque estemos errados, necesitaremos un poco de paciencia para cambiarlas si pueden ser cambiadas. Todo radica en la comprensión, después de todo, ¿Cómo reaccionarías si fueras tú quién necesita ser entendido?
De ahí parte todo.
Cierto que últimamente todo es opinión y necesitamos expresarla como sea. Pero a fin de cuentas, siempre será eso, una opinión y eso no cambia nada, ni debería influir en la propia, pues basamos nuestras opiniones en vivencias personales que obviamente son diferentes en cada individuo. 100 puntos como siempre, Andy! 😘
ResponderEliminarMuchas gracias por leer y seguir los artículos 💙 valoro mucho el tiempo que les dedicas! Nos veremos en el próximo 🤩
EliminarLa mejor 💖👌
ResponderEliminarGracias por leer💖
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