AMOR: EL DISFRAZ MÁS EFECTIVO DEL EGOÍSMO

 

Todos alguna vez hemos visto en películas o series esas historias bonitas donde los protagonistas tienen mil y un obstáculos para estar juntos, hasta que al final uno de ellos va al aeropuerto tratando de evitar que el otro emprenda un viaje que marcará el destino de su carrera, su vida, y este logra convencerle de quedarse por amor. 


Hermoso, ¿cierto? Todos hemos querido vivir un amor como este. Aunque las mujeres solemos ser un poco más fantasiosas con este hecho. 


Pues hoy les diré algo que quizás no querían saber pero era necesario: nos han mentido en nuestras narices y les creímos porque sonaba bonito.


Sí, nos han mentido. Durante años nos han hecho creer que el amor es esa idea magnífica de cuentos, que tapa todas las fallas y vence todo lo que se oponga (así sean tus sueños, metas y aspiraciones).


El gran estafador ha sido el Egoísmo. Por largo tiempo, estuvo disfrazado de amor, para que creyeras que todos los sacrificios que hacías por tu pareja eran por causa de ese amor que tenías al otro, pero no. Solo eras tú siendo egoísta.


Ya va, ¿qué?

Sí, eres egoísta.


Hemos hecho sacrificios por nuestras parejas o las personas que amamos con la premisa del amor abnegado, siendo que lo hacíamos única y exclusivamente por nuestro ego. Por nuestro complejo de "héroes".


Que sí, el amor implica sacrificios, pero no los que tú quieras hacer, sino los que esa persona que amas necesita para estar en paz.


Creíamos que el amor era retener, salvar al otro y cambiarlo. Porque podemos darle lo que necesita, podemos llenar ese vacío de amor, podemos tratarle como otros no lo han hecho y ¡No! ¡No podemos salvar a nadie de sí mismo!


Esperábamos que quién nos quisiese de verdad, nos iba a acompañar hasta el fin del mundo. Quién nos quiera, debe elegirnos aunque su familia no nos quiera, aunque sus amigos no nos quieran y aunque no nos queramos nosotros. 


Porque el amor es eso: entender, comprender, atreverse, sacrificarse. 

¿No?


Estás en lo correcto, pero el foco no debes ser tú. 


Cuando amas a alguien que no te quiere en su vida o sí te quiere pero le haces daño, debes darle la libertad para irse sin echarle tus reproches en la espalda para que le pesen las alas y el cansancio pueda más que sus deseos de volar. 


Además, que si esa persona se queda por ti, queriendo irse, tarde o temprano se volteará la balanza para que el peso de su infelicidad lo debas cargar tú.


Sí, todos queremos que esa persona que amamos se quede con nosotros porque admitámoslo, le necesitamos. Esas atenciones, ese cariño, ese calor extra que te hace sentir especial, son cosas a las que ninguno quiere renunciar... Pero ahí está el amor.


El amor es la libertad de elegir con quién volar; no estar encarcelado en una jaula y creer que tu captor te ama porque te alimenta todos los días.


Dale la oportunidad de elegirte y date la oportunidad de aceptar sea cual sea su decisión. Porque mereces a alguien que te elija porque quiere estar contigo y otros merecen que seas sincero cuando ya no quieras permanecer en un lugar.


Mereces estar en un lugar que te dé paz, y otros merecen que reconozcas cuando eres tú quién les quita su paz y debas permitir que sigan sin ti. 

Comentarios