Ya sé que algunos dirán: pero Andy, tú no tienes 30. Les diré que: amigos míos, este artículo no es para los que tienen 30, es para todos aquellos que se acercan a ese temido número y sí, es para mí.
Últimamente he escuchado mucho la frase "los 30 son los nuevos 20" y por más que quiera creerlo, la acidez por comer carne de noche me recuerdan que mis 20 no se sentían tan pesados.
Ya, en serio, tenemos que hablar.
Hay un punto de la juventud en la que te das la cara con todas tus versiones: la del pasado, la del presente y la del futuro. Todas ellas convergen en un mismo punto cuando toca decidir hacia dónde vamos y qué nos queremos llevar.
La versión del pasado, siempre quiere cargar con los fallos, los errores, los fracasos y los recuerdos de aquellos días en los que fuimos felices y no volverán.
La versión del presente tiene frustración por no haber logrado cosas en el pasado y no saber si llegará lejos en el futuro.
La versión del futuro, siempre espera que tomemos la mejor decisión en el presente para poder ser la mejor versión de todas. Eso es demasiada presión para el pasado y el presente.
Son muchas incógnitas juntas que acaban en un ovillo en nuestra cama escuchando las mismas canciones tristes una y otra vez. ¿A dónde voy? ¿Qué carajos estoy haciendo con mi vida? ¿Por qué no hice aquello que me llevaría lejos? ¿Cuando lo voy a lograr?
En este punto, algunos ya están graduados de carreras que aman pero trabajan en comida rápida; otros están graduados de cosas que odian solo por tener un título y consigueron su vocación en los videojuegos; otros corren con la fortuna de ejercer las carreras que aman pero no han tenido éxito en el amor; otros han intentado 5 carreras y nada es lo suyo; otros ni siquiera lo intentaron pero tienen un trabajo estable; algunos tienen hijos y viven felices luchando por ellos.
Tantos casos que faltan por mencionar pero es la misma conclusión: siempre hay algo que te recuerda que enfrentar la vida no es fácil.
Ya no somos unos niños (aunque aún nos gusten las gomitas de colores y ver Phineas y Ferb), no, definitivamente ya crecimos y el mundo constantemente nos lo recuerda.
Yo creía que todos los adultos pasaban por una especie de seminario donde te enseñaban a "adultear" y aprendías cosas aburridas como administrar tus gastos mensuales, a elegir los mejores tomates, saber la diferencia entre cilantro y perejil y poner cara de amargado en la cola del banco.
Pues... Aún estoy esperando el seminario.
Lo cierto es que aprendes muchas cosas nuevas a punta de golpes, pero se nos olvida una muy importante: disfrutar nuestra juventud.
Nos dejamos consumir tanto por los afanes, los gastos, las preocupaciones y responsabilidades que se nos olvida disfrutar de esas cosas que nos encantan y de las que no podremos gozar en la vejez.
Nos absorbe la ansiedad, la sensación de fracaso, el creer que la vida se nos está escapando de las manos ¡Y no es así! ¡Aún tenemos mucha fuerza, nos quedan muchos días!
¿Y qué si no hemos logrado las metas que nos hemos propuesto? No lo hemos hecho aún, pero el futuro nos está esperando para recibirnos en la cima y no podemos pararnos a llorar. Podemos llorar mientras vamos subiendo, pero no te detengas. Y toma un respiro para recargar fuerzas, pero que eso no signifique la renuncia a tus sueños.
¿Qué importa que la gente te diga que se te va el tren? ¿QUÉ TREN ES ESE QUE DECIDE EL FUTURO POR TI? ¡TÚ ERES TU PROPIO TREN Y AVANZAS A TU RITMO!
Somos jóvenes. Quizás no se siente como cuando éramos adolescentes, pero créeme... Este es el mejor momento para dejar de creer que perdiste tu mejor momento, salir y comerte el mundo.
Ig: @andyescribe
🥺🥺🥺 lo amé
ResponderEliminarGracias por leer😍✨
EliminarFan de este.
ResponderEliminarFan de las gomitas.
Fan del cereal y ver películas de Disney
Me alegra que te haya gustado 🤭😍 gracias 💙
Eliminar¡Me encantó! Me identifiqué con muchas cosas. Me hizo recordar la serie Sex and the city, te ví escribiendo como Carrie en New York. 🙌🏼
ResponderEliminarPero qué referencia y ¡qué honor! Gracias por ese cumplido y leer💙
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