RELATO: DEJÉ DE BUSCAR EL ASCENSO AL REINO DE LOS CIELOS

Hoy tenemos una nueva historia de nuestro buen amigo Danilo, ¿lo recuerdan? Para los que no saben quién es, aquí pueden leer la historia con su peor ex. 

Danilo estuvo experimentando una serie de altibajos bastante interesantes desde la última vez que supimos de él pero, esta vez... colapsó. No se preocupen que esta no es una historia para terminar llorando mientras intentan beber cloro o algo así (¿o... sí?)

No es cierto, ja ja, continuamos.

Año 2021, Danilo se encuentra en un trabajo horrible, con un horario horrible pero era justo lo que buscaba. A inicios de este año, se sentía aún arrastrado por el desastre que la pandemia dejó sobre él a nivel económico (y emocional, el muy estúpido se enamoró en medio de ese confinamiento) Pero ese no es el caso, ¿cierto? estamos hablando de su empleo.

Danilo pasó los primeros 4 meses de este año tanteando escenarios diferentes en el ámbito laboral. Tuvo 4 empleos simultáneos en febrero, de los cuales tuvo que renunciar en 2 de ellos por no tener energía para sostenerlos (dormía 5 horas y no tenía ni un solo día libre).

Luego de dos meses de buscar una oportunidad de empleo que le permitiera crecer en sus pasiones (él es escritor y copywriter, así que siempre busca alguna oportunidad de trabajar en redes sociales o páginas web), se cansó y aceptó una oferta en una empanadería que parecía prometedora.

No les haremos el cuento de la empanadería muy extenso porque no es el punto en esta oportunidad, si quieren que se los cuente, díganle a Danilo en los comentarios que nos comparta su experiencia.

Danilo buscaba un trabajo que le cansara tanto que no le permitiera pensar (se sentía solo), adoptó un gato para que durmiera con él y así poderse acompañar mutuamente. Sonará deprimente... y bueno, sí lo es, al menos a mí me lo parece (pero no lo juzguen, es sensible).


Tuvo la pérdida física de un familiar a quién amaba profundamente, tuvo una decepción amorosa bastante turbia y nada de eso era comparable con una situación que él venía sosteniendo desde su infancia y que siempre lo llevaba a lo mismo: ganas de no despertar nunca más.

Él sentía que todo lo que ocurría era su culpa, sin embago, la verdad era que el entorno en el que vivía lo hacía pensar de esta manera. Nuestro amigo nunca se sentía suficiente para ninguna persona; le costaba reconocer los méritos que tenía en su vida; por más feliz que estuviera, siempre ocurría algo en su alrededor que lo empujaba de golpe al hueco (del que tardaba meses en salir).

Finalizando el 2021, tuvo una cercanía especial con alguien que no se parecía a sus anteriores experiencias, esta vez sí era correspondido y no por cualquier persona, sino por una que lo escuchaba, tenía una personalidad que le hacía sentir cálido, era alguien inesperado pero que le hizo creer que quizás... (y solo quizás) esta podía ser la primera experiencia en una relación "sana" que iba a vivir.

Sin embargo, ese es el detalle de los pensamientos. Solo son eso. Todo terminó poco antes de terminar el año y no por las razones que siempre ocurría (es decir, no fue un amor platónico con alguien que solo le gustaba su atención y detalles pero siempre desde la zona de amistad, o alguien con apego evitativo) para su sorpresa, esta vez era él quién no le convenía a esta persona tan especial.

Con su entorno en llamas, su corazón destrozado (por él mismo, decía), sin empleo (porque renunció a ese trabajo horrible que tenía), con deudas de la época navideña, y sin muchas esperanzas, empezó su 2022.


Danilo tiene un top 3 de peores años en su vida:

1. 2016
2. 2017
3. 2022

Y vaya que fue horrible.

Todo se juntó en aquel enero, ciertamente se sentía bastante atravesado por las acusaciones incesantes que se hacía a sí mismo cada día "todo lo que te pasa, te pasa por estúpido", "siempre es lo mismo, nunca puedes hacer nada bien", "con tantos problemas a tu alrededor, ¿quién te va a querer? las personas detestan cargar con problemas ajenos".

Solo sintió la gota que faltaba caer sobre su cabeza para rebosar y, al caer una vez más en el hueco, se sentó en el suelo. No quiso salir más.

Pasaban los meses y no comía bien (porque no tenía ánimos ni dinero, no tenía trabajo para comprar comida), no salía, se sentía "en automático". Poco a poco fue perdiendo ese temor a perder la vida (de forma literal, no figurativa), así que en un par de oportunidades intentó probar los frenos de uno que otro carro mientras iba en la carretera manejando su bicicleta. Aparentemente en su ciudad hay muchas personas con frenos en perfecto estado, qué oportunos.

Decidió no salir más en bicicleta, mejor no generarle gastos a sus hermanos con algún funeral o algo así.

6 meses tuvieron que pasar para que él decidiera reaccionar, como si su cerebro estuviera compitiendo con internet explorer por quién era más lento para buscar la respuesta a algún prioblema. Cabe destacar que en febrero fue a terapia para tratar la ansiedad y la baja autoestima que tenía (estaba bastante mal) y esto le sirvió... pero poco a poco, nada fue rápido.

Danilo consigue la oportunidad de empleo que buscaba, comienza a estudiar la carrera que tanto soñaba, su negocio crecía y todo parecía ir excelente, excepto por su entorno que seguía siendo el mismo.

Todo estaba saliendo mejor y aún así se sentía tan mal que llegaba a pensar que el mundo era un mejor lugar sin él. Este no veía más allá de las paredes que le encerraban. No era el mundo quién pensaba así, solo el reducido entorno al que se mantenía anclado porque pensaba que era lo correcto.

Un entorno que constantemente le decía lo desafortunado que era tenerlo en el mundo, un entorno que deseaba deshacerse de él, que lo convirtieron en alguien lleno de mucha amargura.

Pasó un año entero batallando con esto y sin importar lo bueno que le sucedía o cuánto oraba, parecía que nadaba contra una corriente de la que simplemente se dejó arrastrar y ahogarse sin que le importara un comino el "seguir luchando". Solo se despertaba deseando que ese fuera su último día. Hasta que...

No, no fue alguien especial, no fue un nuevo amor, no bajó un ángel que le echó polvos mágicos sobre su cabeza y así volviera a brillar; fue algo mucho más poderoso: Dios abrió sus ojos.

Dios le hizo ver (después de un par de cachetadas) que más allá de su entorno tenía unos hermanos maravillosos que lo amaban incondicionalmente; mucha más familia que se sentía afortunada de tenerlo; poseía amigos que le llenaron el corazón de vida (sin ellos tener idea alguna de lo que él atravesaba), solo le hacían reír y ya él podía vivir un día más. 

Su entorno era el mismo pero él ya no lo era, había despertado y un día, sin mirar atrás, tomó sus cosas y emprendió una nueva vida llena de mucha esperanza.

Danilo se levantó del fondo del hueco y empezó a escalar para salir de él. La diferencia ahora era que, cuando estuviera afuera, empezaría a echar tierra para tapar ese hueco y no caer más en él. Ya ese no era su lugar, no quería regresar a allí nunca más.

Creía que las cosas estaban mejorando, pero solo estaba valorando un poco más todo aquello que ya tenía en sus manos. Había encontrado la paz y sabía que sí, posiblemente le esperaban días difíciles (porque, seamos honestos, la vida no es fácil), y sin embargo, ya no sentía que atravesaba un campo minado. Esa sensación que tenía cada día de "hay que estar alerta, la contienda se acerca" se había esfumado por completo. Ahora tenía paz.

Recuperó ese temor de cruzar la calle con precaución, temía por su salud, se alimentaba mejor, dormía mejor, y todo esto era gracias a Dios. Comenzó su 2023 con el corazón lleno de esperanza y con todas las ganas de hacer que este año sea SU año.


Nunca subestimen el poder que tienen sobre la vida de otros. No sabemos cómo un cumplido, un comentario gracioso, una visita o un simple mensaje pueden salvar la vida de alguien que quieren mucho. 

Las palabras son armas letales o bálsamos que curan cualquier herida, ustedes deciden qué hacer con ellas.


Puedes leer el artículo anterior: GUÍA PARA TRIUNFAR EN EL AMOR EN ESTE 2023
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Comentarios

  1. Danilo ha crecido y lo mejor es que ha sido de adentro hacia afuera!!!👏👏👏

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    1. Totalmente! Gracias por leer y apreciar el crecimiento de nuestro amigo!

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  2. Dios mío! Me encanta tu registro y estilo, la manera en que expresas algo tan triste, serio, profundo y de repente sale con algún paréntesis de un comedia que encaja perfectamente y hace tan fluida la lectura. Solo te pido una cosa: jamás dejes de escribir!

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    1. Gracias por apreciar cada palabra, el lector es quién le da vida y sentido a todo lo que se escribe!

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  3. Me quedo con la frase " La diferencia ahora era que, cuando estuviera afuera, empezaría a echar tierra para tapar ese hueco y no caer más en él" es una metafora aplicable para todo

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    1. Totalmente, a los huecos hay que echarles tierra, no echarnos dentro.

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  4. Creo que hay muchos Danilos en el mundo que le sirva esta historia. Pd: A Danilo se le va a decomisar la bici hasta nuevo aviso.

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    1. JAJAJA Danilio vendió su bici. Espera comrprarse otro vehículo en algún momento de este año.

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